El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay  (CEU) y el obispo de Canelones agradecieron a la Comisión Memorias de la Costa el reconocimiento que, en el Circuito de la Memoria, tributan a tres militantes cristianos católicos: Julio César Spósito Vitale, Ángel Rocha y su esposa Adela Francia, como “expresión del compromiso integral por los Derechos Humanos”.

En la misiva dirigida a la coordinadora de la referida Comisión, Nibia López, rubricada por Mons. Heriberto Bodeant (obispo de Canelones) y el Presidente de la CEU, Mons. Arturo Fajardo (obispo de Salto) en representación del Consejo Permanente, destacan que “tanto el joven Julio como Ángel y su esposa Adela se sintieron tocados y movidos por el encuentro con la miseria humana y buscaron la construcción de una sociedad más justa y solidaria (como nos pide hoy el papa Francisco en ‘Fratelli Tutti´)”. “Su compromiso los llevó a enfrentarse con la soledad, la cárcel y aún la muerte. No vivieron aferrados a las cosas de este mundo, sino como peregrinos que, mientras luchaban por hacer más humana la vida de sus hermanos y vecinos, esperaban ‘la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios’ (Hebreos 1,10)”, subrayan.

El propósito de estos Circuitos de la Memoria es recopilar todos los hechos que pasaron durante esos años. En este en particular, se cuentan 17 historias en 10 mojones. Varios años insumió la labor en conjunto con la organización Memorias de la Costa y el trabajo consistió en recopilar información, realizar entrevistas, relevar testimonios y buscar en la oralidad lo que fue oculto en nuestra historia.