El deterioro de las costas, la pérdida de playas, es uno de los problemas ambientales más sensibles de Uruguay, advitió el director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias y experto en las dinámicas costeras, Daniel Panario.
“Cada vez que vamos a estudiar un lugar nos encontramos con retrocesos de las costa tan importantes como por ejemplo 4,5 metros por año en la desembocadura del arroyo Pando”, contó. “Se siguen interviniendo las costas con estructuras edilicias; se siguen haciendo las cosas mal”, advirtió en Radio Uruguay. Sostuvo que el Estado debería encargarse de las investigaciones ambientales de largo plazo.
En Montevideo la costa retrocede 1.70 metros por cada centímetro de crecimiento del agua. Si bien hay causas naturales del crecimiento del océanos y ríos, las causas más potentes son consecuencia de la acción humana, señaló. En su opinión hay incomprensión del problema.
“Tenemos problemas de cianobacterias y hacemos una ley de inversiones en represas para seguir haciendo embalases, que son lo que producen las cianobacterias”, dijo como ejemplo en ese sentido. “Está claro que no hay una política de costas, no la ha habido; veremos si el nuevo gobierno establece algo”, comentó.