Este miércoles mediante un comunicado la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal (Cecam) advirtió una “fuerte retracción de la industria y criticó “restricciones regulatorias” y afirman que cayeron un 80% las superficies plantadas entre las temporadas 2021/2022 y 2022/2023. En cuanto a las exportaciones, la principal empresa se encuentra actualmente en concordato y la que exportó más en términos de cáñamo fue vendida, indicaron agregando que en 2022 disminuyó el número de empresas de este rubro de 167 a 53. Para la cámara el mayor obstáculo está en una legislación atrasada.

Cabe recordar que Canelones es el departamento con mayor cantidad de licencias de cáñamo otorgadas en todo el país, con unas 32 licencias.

“A nivel mundial todas las proyecciones apuntan a un crecimiento del mercado global de la industria del cannabis con índices muy alentadores en todos los rubros que la componen: medicinal, mercado de alimentos, suplementos, cosméticos y el industrial, con opciones muy variadas”, indicó el presidente de la Cecam, Ricardo Páez.

“Para estas empresas los mercados sin restricciones son Suiza y República Checa, que tienen una regulación con exigencias similares a las locales (nivel de THC admitido < 1%). No obstante, el resto de Europa ha fijado un nivel de THC < 0.3%, con lo cual, al no contar con genéticas adecuadas, no se les puede vender”, advirtió.

“Los precios que se pagan por las flores han disminuido: hoy se pagan importes cercanos a los U$S 100 el kg, cuando tres años atrás se llegaron a pagar cifras seis veces más altas”, agregó Páez.

Legislaciones atrasadas

Agrava la situación que otros países ya superaron a Uruguay con legislaciones más avanzadas, que autorizan la comercialización del cannabis de muchas formas y de distintos usos.

Y se refirió a la habilitación de alimentos con CBD, los suplementos alimenticios, y los cosméticos con presencia de THC. “A nivel interno, no resulta muy lógico que no se puedan comercializar las flores que se exportan para consumo como sustituto de tabaco, en el caso del CBD, ni aquellas que se exportan para uso medicinal con alto contenido de THC. Estas últimas tienen un destino terapéutico, ¿por qué no usarlas con el mismo fin en nuestro país?”, se preguntó Páez.

El titular de la cámara asegura que el gobierno en su momento se interesó pero afirmó que, lamentablemente, las acciones desde el punto de vista regulatorio fueron “muy escasas”. Pero la cámara seguirá trabajando para poner esta temática sobre la mesa y que la industria se mantenga.