La Unión de Vendedores de Nafta de Uruguay (Unvenu) ratificó la medida de paro de 48 horas y aseguran que mantendrán los servicios a organismos de forma que no afectarán la esencialidad. Será desde la hora cero del 21 de noviembre hasta la medianoche del 22, las estaciones de servicio no expenderán combustible en una medida que desde 1960 no se aplicaba en Uruguay. Cabe recordar que la ministra de Industria, Carolina Cosse, cuestionó la legalidad del paro en la provisión de combustibles por lo que establecen los contratos y dio que el Ejecutivo podría analizar la esencialidad del servicio.
Los estacioneros garantizaron que ambulancias, bomberos, policía, servicios militares y Ades el servicio de rescate en el mar, podrán cargar combustible durante el paro. Las estaciones estarán abrieras con todo su personal y funcionarán otros servicios como los minimercados, servicios mecánicos y otros.
Daniel Añón, vocero de Unvenu, explicó que no se consideró al transporte como servicio esencial. En conferencia de prensa dijo que «nosotros esperamos que el público y las empresas tomen medidas y carguen combustible entre el viernes y el fin de semana».
Para el abogado Pablo Donnangelo, representante legal de Unvenu la medida es un «ejercicio del derecho de la protesta», protegido por la Constitución y tratados internacionales. Apuntó que la figura de esencialidad es «un mecanismo constitucional de supresión en el goce de determinados derechos ante situaciones de conmoción interna, amenaza externa, situaciones de crisis realmente graves» y que, por lo tanto, no configura en el caso de un paro en la provisión de combustibles.
En cuanto a las razones de la medida Añon, explicó que “ahora no se cumple con la paramétrica desde el 1ero. de julio y anunciaron un modelo nuevo de distribución que hace que sea nefasto para las estaciones de servicio”, dijo el empresario. “Es un modelo que no conozco en el mundo. Podrían achicar nuestro margen de ganancia y va a haber diferencia según lo que venda cada estación, acá no se premia lo que buscan que es eficiencia, lo que se busca es dividir al gremio y no se como van a sobrevivir algunas estaciones. Lamentablemente esto apunta a ir a un mal servicio para el consumidor”, afirmó Añon.
Aseguró que peligran parte de las 8.500 plazas de trabajo que tiene las estaciones en el país. Añón, dijo que la última asamblea de la gremial que ratificó la medida tuvo una amplia adhesión, por lo que esperan que el acatamiento sea importante. Afirmó que Ancap citó a los empresarios a mediados de año y que ya por entonces se les anunció la intención de ajustar los precios del combustible en función de la ubicación y el tráfico de cada negocio. El empresario dijo que antes de esta circunstancia los estacioneros ya tenía serias diferencias con Ancap.
Citó como ejemplo la negativa de la empresa estatal a hacerse cargo de los ajustes salariales de los empleados del sector combustible y las nuevas exigencias de uso de tarjeta de crédito y débito, que, según Añón tienen un alto costo para el negocio.

Por su parte la ministra Cosse dijo que el gobierno no descarta la esencialidad. «Tenemos que analizarlo. Hay contratos vigentes. Esta es una relación entre estación y distribuidoras, y distribuidoras y ANCAP», explicó. Agregó que esos vínculos entre las estaciones con las distribuidoras generan «ciertas obligaciones» que no se estarían respetando con un paro patronal.