La Departamental de Canelones del Partido Demócrata Cristiano del Frente Amplio emitió una declaración ante lo que denomina «la inminente catástrofe sanitaria por la pandemia» en Uruguay. Advierte sobre las muertes «evitables» si se hubieran seguido las recomendaciones del GACH en febrero, la saturación del Sistema de Salud y la negativa a reconocerlo por parte del Gobierno, según dice el documento. En el mismo se piden medidas urgentes como reducir drásticamente la movilidad promoviendo el teletrabajo para privados, cerrando la atención presencial en shoppings, bares y restaurantes, certificando desde el BPS a los trabajadores que deberán aislarse por posible contagio desde el día uno, multando a las empresas que obliguen a trabajar a sus empleados contagiados, garantizando la conectividad y el acceso a los dispositivos necesarios en forma gratuita a escolares y liceales en sus domicilios, evitando la movilidad hacia la institución educativa, y generar desde el Estado las estrategias de subsidio diferenciadas, según las distintas realidades, para compensar los perjuicios económicos que dichas medidas conlleven.

Aquí el documento completo:

«A un año del inicio de la pandemia en nuestro país, la emergencia sanitaria lejos de revertirse se ha agravado exponencialmente, en tal sentido, nos preocupan seriamente una serie de aspectos que motivan emitir la presente declaración con carácter de grave y urgente.

Nos parece grave:

a. El aumento progresivo y sostenido de muertes de compatriotas, y la dolorosa percepción de que muchas de ellas pudieran ser evitables, si se hubiesen seguido en tiempo y forma las recomendaciones del GACH del 7 de febrero de 2021.

b. La terrible naturalización que conlleva la forma elegida de comunicación que prioriza las cifras de fallecidos y contagiados. Observamos en la población un efecto de vaciamiento de significación, de disociación afectiva de la verdadera dimensión de la tragedia que vivimos. Si la comunicación despersonaliza la situación, genera la opacidad del dolor que viven miles de compatriotas, olvidando la imposibilidad de reparación de estas terribles pérdidas. Estos efectos nos alejan aún más de la actitud responsable que todos, desde el lugar que nos corresponda, debemos asumir para EVITAR que esta situación se transforme en una catástrofe sanitaria. Se imaginan cómo hubiésemos reaccionado en otro tiempo si un ómnibus lleno de pasajeros se accidentara y todas esas vidas se perdieran?. Eso sucede a diario en nuestro país desde comienzos de abril!. No podemos eludir esta realidad, por más difícil que resulte asumirla cabalmente.

c. La actual saturación del Sistema de Salud, principal problema que todas las medidas tomadas desde marzo 2020 intentaban evitar. Situación que afecta no solo a las víctimas de la pandemia, sino a tantos compatriotas que padecen enfermedades crónicas o crisis agudas que requieren asistencia en el primer y segundo nivel de atención y que no pueden acceder a la misma, lo cual generará más pérdida de vidas, también potencialmente evitables.

d. El incremento del índice de mortalidad por SARS-COV-2 constatado en los últimos días del 1,1% al 1,5%, explicado en parte por la sobrecarga del sistema de salud. Sumado al hecho de que nuestro país encabeza los listados internacionales de países con mayor número de nuevos casos y de fallecimientos, proporcionalmente a su población.

e. La minimización de la gravedad de la crisis, y la insistente prédica desde las principales autoridades del Gobierno que niegan la saturación del sistema de salud (refiriéndose en realidad al colapso=cero camas disponibles), confundiendo y desinformando a la población sobre la gravedad de la situación que el país atraviesa.

f. La politización ideológica y la desacreditación pública de Médicos y Científicos de la que fueron objeto en las últimas semanas. Recordemos que el Personal de la Salud es quien trabaja sin tregua en la primera línea de lucha contra la pandemia, y son dignos de nuestro respeto y cuidado, ante cualquier otro mezquino interés.

g. Nos parece muy grave que el Gobierno no realice una autocrítica seria en relación al fracaso de la utopía de la “libertad responsable” y no tome las medidas necesarias -acordes con la gravedad de esta crisis- para proteger y salvaguardar la vida de los uruguayos. Lejos de asumir su rol, minimiza el problema, elude su responsabilidad gubernamental, culpabiliza a los ciudadanos, y se enfoca primordialmente en la expectativa de mejora calculada para mayo, de acuerdo al plan de vacunación. Plan que, si bien es compartido y apoyado en general, resulta absolutamente insuficiente como estrategia de lucha contra la pandemia.

De acuerdo a este contexto, nos parece urgente:

Reclamar a las autoridades nacionales tomar medidas urgentes que demuestren que se prioriza el valor de la vida y la salud de la población ante cualquier otro argumento, tal como lo mandata la Constitución de la República. Insistir en la importancia de reducir drásticamente la movilidad de la población por un período acotado (por ejemplo: promoviendo el teletrabajo para privados, cerrando la atención presencial en shoppings, bares y restaurantes, certificando desde el BPS a los trabajadores que deberán aislarse por posible contagio desde el día uno, multando a las empresas que obliguen a trabajar a sus empleados contagiados, garantizando la conectividad y el acceso a los dispositivos necesarios en forma gratuita a escolares y liceales en sus domicilios, evitando la movilidad hacia la institución educativa, o hacia los comercios que solidariamente se han ofrecido a compartir su wifi, entre otras) y generar desde el Estado las estrategias de subsidio diferenciadas, según las distintas realidades, para compensar los perjuicios económicos que dichas medidas conlleven, garantizando así que la reducción de la movilidad sea posible y efectiva.

Reiterar a las autoridades nacionales el diseño de Políticas Públicas efectivas de protección de los uruguayos más afectados por los estragos que el crecimiento exponencial de la pandemia está generando.

Reclamar con urgencia que el Estado cumpla con el apoyo prometido a las ollas populares y merenderos que no solo dejaron de recibir insumos del INDA desde febrero, sino que no han recibido señales de los 200 millones de pesos prometidos el 2 de marzo por parte del Poder Ejecutivo.

Recordar a la población la importancia clave de extremar las medidas de prevención recomendadas en los últimos días por el GACH,

evitando las conductas de riesgo del contagio e insistir para agendarse y vacunarse cuando corresponda.

Celebrar la reciente aceptación por parte del oficialismo, de la propuesta realizada por el Frente Amplio ante el Parlamento en 2020, para la conformación de la Comisión Especial para el Seguimiento de la Situación de Emergencia Sanitaria generada por el Covid-19, que es integrada por todos los partidos políticos con representación parlamentaria, que tendrá el cometido de observar la pandemia con integralidad (aspectos sanitarios, económicos y sociales) y de elevar propuestas que puedan ser tenidas en cuenta por el Poder Ejecutivo.

Celebrar y apoyar la convocatoria realizada por personalidades de la academia, sectores políticos y de la sociedad civil, para alcanzar un “acuerdo nacional en abril contra la pandemia”, quienes proponen una serie de medidas que entendemos viables, necesarias y posibles de aplicar sin demoras.

Revalorizar la importancia de que logremos como sociedad concientizarnos sobre la gravedad de la situación para enfocarnos en una sola dirección: Cuidarnos entre todos. Para ello es prioritario informarse, sensibilizarse y solidarizarse con el otro, sin importar su condición. Creemos que solo entre todas y todos podremos superar esta adversidad, desde el Partido Demócrata Cristiano estamos abocados a ello».