Hoy se celebró el 125 aniversario de Los Cerrillos, del que participó el presidente Luis Lacalle Pou, el intendente de Canelones Yamandú Orsi y el acalde de Los Cerrillos, Rodrigo Roncio, entre otras autoridades. Orsi se refirió a los vecinos que hacen un esfuerzo juntando “pesitos” para cumplir con el pago de los tributos. Esta referencia se da luego que el programa Santo y Seña dedicado al senador del Frente Amplio, Óscar Andrade donde se informó que Andrade debe Contribución Inmobiliaria en Canelones y tampoco no presentó la construcción de su casa ante el Banco de Previsión Social (BPS) para su habilitación en el balneario San Luis.
“Desde el pago chico, desde las comarcas canarias surgen los reclamos, las necesidades, los vecinos nos plantean que hagamos las cosas y las hagamos bien. Nos plantean que hagamos la ruta 47, que no nos olvidemos de la plaza, que hay un movimiento de vecinos que quiere otro MEVIR, en el pago chico todos los eneros los vecinos juntan sus pesitos para pagar sus tributos, la planilla dicen los más veteranos, hay que pagar la planilla, con ese sentido de responsabilidad que no precisa que le vayamos a golpear la puerta, un sentido de pertenencia y de retribución para que las cosas pasen”, dijo el jefe comunal. También destacó la identidad canaria a través de Los Cerrillos.
Aquí parte del discurso de Orsi:
“Esta identidad o este pago chico que vio nacer a tantos, que vio nacer nuestro primer pabellón, es del pago chico donde dio origen por nacimiento o por crianza por ejemplo en Sauce a don José Artigas o a los Tomás Berreta, o a los Abel Soria con Pedro López, el pago chico da estos hijos. Desde el pago chico, desde las comarcas canarias surgen los reclamos, las necesidades, los vecinos nos plantean que hagamos las cosas y las hagamos bien. Nos plantean que hagamos la ruta 47, que no nos olvidemos de la plaza, que hay un movimiento de vecinos que quiere otro MEVIR, en el pago chico todos los eneros los vecinos juntan sus pesitos para pagar sus tributos, la planilla dicen los más veteranos, hay que pagar la planilla, con ese sentido de responsabilidad que no precisa que le vayamos a golpear la puerta, un sentido de pertenencia y de retribución para que las cosas pasen. Desde cada rincón, desde cada pago chico nos plantean que consigamos los recursos para hacer las cosas, nos piden al gobierno departamental que está allá en la capital “precisamos cosas” y el municipio nos pide recursos y tenemos que tener ingenio para que hagamos las cosas cada vez mejor, nos exige al sistema político que pongamos la vista en cada uno de los habitantes que sufren, que viven, que se alegran y que se levantan cada mañana a tomarse el ómnibus, a arar, a ir a la escuela o a abrir el quiosco”.