Una familia que hace 23 años estableció una panadería en Solymar, sufrió un violento copamiento en su casa de El Pinar y luego en la pandería que lleva adelante la familia en Solymar, sobre la avenida Márquez Castro. Durante casi una hora vivieron una pesadilla de la que aún no han logrado salir del todo. Amenazaban con cortarle los dedos a una joven, fueron golpeados, encañonados y amenazados de muerte constantemente.

Sobre las 20 horas Ana Caetano se encontraba en su dormitorio de su casa en El Pinar descansando antes de hacer la cena. En la casa también estaban una de sus hijas, una amiga de esta y una señora que trabaja en la finca. Llegaron dos delincuentes jóvenes de unos 20 años, con capuchas, uno con un cuchillo y otro con una escopeta. Apuntaron a la jóvenes, Ana fue sorprendida en su dormitorio, los copadores pedían la plata decían que “esta todo vendido” y que sabían que el esposo de Ana traía el dinero a la casa. Les ofrecieron lo que había, incluso electrodomésticos, pero querían más dinero, contó Ana a Metropolitano.

También atacaron al abuelo que vive en una casa del fondo a la que le rompieron la puerta, lo sacaron de la cama, rompieron el placard y le robaron unos $ 40.000. También amenazaban con cortarle los dedos a la hija de Ana. Fueron encerrados a golpes en el baño y obligaron a la joven a llamar al padre. Justamente este estaba llegando en su camioneta con el hijo que vio algo raro y entró a la casa por el fondo.  Fue reducido y golpeado por los delincuentes que lo tiraron al piso, lo metieron al baño y luego redujeron al esposo. También llegó el esposo de la mujer que trabaja en la casa que fue retenido.  En un momento el marido de Ana logró mandar un mensaje a otra hija para que alertara al 911.

En el comercio

Al esposo de Ana lo obligaron a subir a la camioneta e ir a la panadería en Márquez Castro. Fueron amenazándole con cortarle los dedos todo el trayecto. Llegaron a la panadería y les dio la plata que tenía allí en efectivo, que no era mucho, robaron cosas de rotisería del frezzer, se trancó la bolsa en la puerta y allí el hombre pudo escapar corriendo, las llaves de la camioneta estaban puestas y la bloqueó y logró llegar corriendo al restaurante Portugalia pidiendo ayuda.

Cámaras y huellas

En ese momento llegada la policía a la casa de El Pinar y al comercio. Se estima que los delincuentes llegaron caminando y se fueron caminando. Quedaron registrados en las cámaras pero actuaron encapuchados. De todas formas Policía Científica trabajó en ambos lugares ya que no usaron guantes y se pueden levantar huellas que identifiquen a los copadores. En un monte cercano encontraron una mochila con los celulares hurtados, dinero, y la billetera con documentos de la camioneta.

Ana destacó el trabajo y la disposición de la Seccional 18 que incluso el comisario se hizo presente en el lugar. No así con la Seccional 27 de El Pinar que bajo el estado de nervios que vivía la familia no fueron a tomarle declaraciones al lugar y debieron esperar  una hora en la seccional.