Con la mirada puesta en el desarrollo sostenible y la generación de oportunidades a través del conocimiento, el pasado miércoles 8 de octubre se realizó en Tahona Valley el seminario “Innovación y Desarrollo: Conversatorio y Acuerdos Estratégicos para Impulsar el Talento Local”, organizado por la Fundación para la Innovación, la Competitividad y el Desarrollo (CID).

El encuentro reunió a referentes del ámbito público, privado y académico en un espacio de diálogo que buscó fortalecer la articulación entre sectores y promover políticas que consoliden la innovación como motor de transformación social. Contó con la presencia de autoridades nacionales y departamentales, entre ellas el presidente de la República, Yamandú Orsi; el intendente de Canelones Francisco Legnani y el secretario general Pedro Irigoin,  el intendente de Salto, Carlos Albisu, además del director nacional de Industrias Adrián Miguez y los alcaldes de Ciudad de la Costa Julia Matilla y de Pando Mauricio Chiesa, empresarios y académicos.

Además de los intercambios, el seminario marcó un hito con la firma de dos acuerdos estratégicos. Por un lado, la Universidad Tecnológica (UTEC) y la Fundación CID suscribieron un convenio que permitirá avanzar en la instalación de una sede de la UTEC en el departamento de Canelones, que hasta ahora carece de una. Por otro lado, la Fundación CID y la Cámara de Comercio de Ciudad de la Costa acordaron la creación de una plataforma de vinculación laboral orientada a conectar la oferta y la demanda de empleo, con énfasis en los egresados de programas de educación dual impulsados por la fundación.

El conversatorio contó con las intervenciones de destacadas figuras nacionales e internacionales del ecosistema tecnológico y científico, entre ellas Gabriela Schroeder, responsable de la Unidad de Innovación del Ministerio de Industria, Energía y Mineria (MIEM); Sara Goldberg, directora de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII); John Saegaert, gerente general del Parque Científico y Tecnológico de Pando; y el empresario argentino experto en inteligencia artificial y director de la empresa Uami, Roberto Cibrián.

El presente de la innovación en Uruguay

El conversatorio abrió con una pregunta disparadora: ¿cuál es el nuevo escenario que plantea la innovación en Uruguay y cuál será el plan táctico para impulsarla?

La primera en responder fue Sara Goldberg, de ANII, quien se refirió al programa Uruguay Innova, impulsado desde Presidencia de la República. Explicó que se trata de “un programa nuevo que busca unir, fomentar el trabajo de distintas agencias y organizaciones que están trabajando hace años”.

Goldberg remarcó que actualmente “tenemos diez agencias que son las más cercanas, pero que hasta hoy no hablaban y, por ende, no se potenciaban”, lo que llevaba a la duplicación de esfuerzos y a la pérdida de oportunidades. Con Uruguay Innova, dijo, se pretende articular esos actores para fortalecer tanto la innovación pública como la privada, y promover una cultura de trabajo colaborativo.

Entre las iniciativas más relevantes, adelantó la próxima apertura de concursos para proyectos de investigación de largo plazo, una novedad en el sistema nacional. “Vamos a financiar proyectos de investigación de excelencia con 200 mil dólares para insumos, además de permitir hasta dos doctorados y un postdoctorado por equipo”, explicó. En una primera instancia, serán financiados 30 proyectos de alrededor de 350 mil dólares cada uno, con el objetivo de “dar un salto cualitativo y cuantitativo enorme en todas las áreas del conocimiento”.

La jerarca también destacó la importancia de fomentar emprendimientos de base científico-tecnológica desde el ámbito académico, en campos como la biotecnología, la inteligencia artificial o la agrotecnología. Además, mencionó que se trabaja en ajustes regulatorios para facilitar la importación de insumos y simplificar los procesos de innovación, “haciendo más sencillo innovar y mejorar la calidad de las regulaciones”.

A continuación, tomó la palabra la responsable de la Unidad de Políticas de Innovación del MIEM, Gabriela Schroeder, quien remarcó la necesidad de ordenar y articular internamente al ministerio antes de proyectarse hacia el ecosistema nacional. Recordó que la creación de esa unidad respondió a una decisión de la ministra Fernanda Cardona de fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación como ejes de desarrollo. “Queremos una unidad que articule hacia afuera del ministerio con el programa Uruguay Innova, porque la ciencia, la tecnología y la innovación son vitales para hacer crecer nuestra industria y volverla más competitiva”, señaló.

Schroeder explicó que, para lograr una gestión más eficiente, se designaron referentes de innovación en cada dirección del ministerio, además de fortalecer la articulación con empresas públicas como Antel, UTE y el Correo. “Son empresas de todos los uruguayos, y queremos que sean robustas y competitivas”, afirmó, subrayando que la innovación no solo mejora procesos, sino también los servicios que llegan a la población.

La jerarca insistió en la importancia de descentralizar la innovación y extenderla más allá del eje metropolitano. “Tenemos un debe con el resto del país”, reconoció, valorando el papel de la UTEC y la Udelar en la expansión del conocimiento hacia el territorio.

También adelantó que el ministerio trabaja en un tercer eje estratégico, vinculado al reforzamiento de la infraestructura científica y tecnológica, tanto en el Parque Científico y Tecnológico de Pando como en el norte del país. “Tenemos investigadores increíbles y hacemos una ciencia espectacular, pero muchas veces los proyectos no logran saltar hacia el sector privado porque faltan capacidades de infraestructura para poder pilotear a escala industrial”, advirtió.

A su turno, Saegaert, gerente general del Parque Científico Tecnológico de Pando, habló sobre cómo transformar el conocimiento en valor económico, subrayando la necesidad de fortalecer los vínculos entre la academia y el sector productivo.

Antes de desarrollar su planteo, Saegaert aclaró la naturaleza del organismo que dirige: “El Parque Científico Tecnológico de Pando es una figura pública de derecho privado que se creó hace más de 15 años. Nuestro objetivo es transformar el conocimiento que se genera en la academia y convertirlo en valor. Mi eslogan es ese: lo transformamos en valor económico, porque el conocimiento per se tiene valor”.

El Parque, explicó, se especializa en áreas como la química, la biotecnología, la nanotecnología y la farmacéutica, y su gobernanza está integrada por cuatro instituciones: la Universidad de la República, el Ministerio de Industria, la Intendencia de Canelones y la Cámara de Industrias del Uruguay. Ese modelo, dijo, responde a la lógica de la “triple hélice”, que articula el trabajo conjunto entre el Estado, la academia y la industria para que la innovación efectivamente suceda.

Saegaert planteó que, en un país pequeño como Uruguay, el desarrollo de proyectos científicos requiere una estrategia inteligente y prudente. “No necesariamente generar una nueva molécula nos va a permitir tener un producto en el mercado si esa molécula está protegida por una empresa multinacional”, advirtió. Por eso, explicó, es clave “usar inteligencia a la hora de plantear los proyectos” y definir desde el inicio su potencial de transferencia y viabilidad comercial.

En su intervención, destacó que el emprendedurismo científico es uno de los caminos más valiosos para convertir investigación en valor, aunque subrayó que “investigar para transferir no es lo mismo que investigar para publicar”. Según sostuvo, publicar resultados antes de protegerlos puede hacer que “en quince minutos te lo vendan desde China”, por lo que insistió en la importancia de adoptar una lógica de investigación aplicada.

El Parque, añadió, ha desarrollado infraestructura especializada que permite acompañar los proyectos en sus distintas fases, desde el laboratorio hasta las etapas de escalamiento industrial, algo que consideró esencial para aumentar la tasa de éxito. “Uno no pasa de una mesada a una producción industrial. Hay etapas intermedias que requieren infraestructura específica, y eso es lo que ofrecemos”, señaló.

Saegaert recordó que la institución trabaja bajo estándares internacionales, con procedimientos alineados a los de la Unión Europea y Estados Unidos. “No inventamos la rueda. Lo que hicimos fue ver cómo lo hacen ellos y trabajar bajo los mismos métodos y normas”, sostuvo, destacando que gracias a ello los proyectos ejecutados desde Pando “son valorados en la Unión Europea”.

Como ejemplo del impacto de esta estrategia, mencionó que el Parque participa actualmente en patentes internacionales que están siendo reivindicadas en 70 países. “Es un orgullo enorme. Desde Uruguay, productos nuevos en la frontera del conocimiento están buscando mercados en el mundo”, concluyó, destacando que el país ya cuenta con innovaciones que compiten a escala global.

¿Cómo convencer de innovar?

En otro tramo del conversatorio, los participantes fueron invitados a reflexionar sobre un desafío común: cómo incentivar la innovación en sectores que todavía no la incorporan como parte de su estrategia.

Para Goldberg el camino para lograrlo es demostrar “con números”, con evidencia concreta, los beneficios que la innovación genera. “Hay que mostrar que innovando se va a ser más productivo, ganar más mercados regionales y globales, competir mejor y ahorrar”, señaló. Explicó que muchas de las innovaciones que se realizan en la industria son en los procesos: “El producto o servicio puede ser similar, pero el proceso es distinto: usamos mejores insumos, ahorramos energía, capacitamos a la gente y reducimos desperdicios”, detalló. Esa mejora, agregó, permite que los productos “salgan a menor costo, sean aceptados en mercados distintos y que la empresa, en definitiva, gane más dinero”. En el ámbito público, añadió, el mismo principio se traduce en “brindar al ciudadano, que es el cliente final, mejores servicios”.

Por su parte, Schroeder, agregó que el cambio debe comenzar desde la educación y la cultura. “Hay un tema de formación desde la cuna. Tenemos que cambiar nuestras currículas educativas para formar más mentes innovadoras y emprendedoras”, sostuvo. En su opinión, Uruguay enfrenta una barrera cultural que desalienta la experimentación: “Tenemos que derribar esa idea de que algunas cosas no se pueden o son demasiado difíciles”. Para ello, propuso visibilizar los casos de éxito y fomentar el diálogo entre el sector privado y la academia.

En tanto, Saegaert, amplió la mirada hacia una iniciativa territorial que busca consolidar un distrito de innovación en el área metropolitana. Recordó que desde hace algunos años se trabaja en un proyecto que une geográficamente a Zona América, el Parque de las Ciencias y el propio Parque de Pando, conformando un triángulo estratégico entre las rutas 8, 101 y 102.

“El propósito de este distrito es promover el crecimiento y el desarrollo económico a través de la aplicación del conocimiento, especialmente en las nuevas tecnologías”, explicó. Saegaert indicó que la propuesta ya cuenta con la participación de ANDE y otras instituciones públicas y privadas, y que su diseño busca aprovechar las fortalezas del país pequeño, generando derrames productivos, empleo y nuevas oportunidades.

“El desafío —advirtió— es cómo hacer que esos modelos funcionen en Uruguay. No estamos reinventando la rueda: el mundo ya tiene medio siglo de experiencia en esto. Lo que debemos aprender es cómo desarrollar la fortaleza de un país pequeño”.

Asistentes virtuales en Uruguay

El cierre del conversatorio estuvo a cargo del experto en inteligencia artificial Roberto Cibrián, quien combinó una exposición inspiradora con una demostración práctica de las nuevas herramientas digitales que están transformando los modos de crear y trabajar.

Cibrián repasó su trayectoria como pionero de la era digital en el Río de la Plata, recordando los inicios de El Sitio, considerada, según Wikipedia, como “una de las principales compañías de Internet en idioma español de la década de 1990”. Desde aquella experiencia, dijo, comprendió que “innovar implica romper fronteras y animarse a salir de la zona de confort”.

El empresario destacó también el espíritu emprendedor uruguayo y la importancia de los proyectos colaborativos entre países del Mercosur. En ese marco, presentó UAMI, su nuevo emprendimiento dedicado al desarrollo de agentes virtuales de inteligencia artificial, que —anunció— tendrá también una sede en Uruguay. “Uruguay es un país de emprendedores, y esta alianza con Leandro Agnón y Tahona Valley es una nueva oportunidad para seguir construyendo juntos”, afirmó.

Durante su intervención, Cibrián compartió una demostración en vivo de “Ana”, un avatar interactivo desarrollado por el equipo de UAMI, que ejemplifica el potencial de la inteligencia artificial aplicada a la comunicación y los servicios. “Esto no es más que el inicio de la colaboración entre el humano y la tecnología”, concluyó

Acá podés ver la versión grabada.