El Club Lagomar firmó un convenio con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas por el cual se ampliará ediliciamente y mejorará sus servicios de forma significativa en obras que se irán cumpliendo por etapas hasta llegar a los dos años. Demandará unos $ 3.690.000 de los cuales el 50% corre por cuenta del Ministerio y el otro 50% lo aportará el club.
En momentos en que el deporte, sobre todo el fútbol, está en crisis de violencia, pérdida de valores y copado por delincuentes, Daniel López, presidente de la institución, explicó a Revista Metropolitano la política que lleva adelante el club en cuanto a su importancia social para la formación de los jóvenes integralmente y aún para generar sentido de pertenencia a Ciudad de la Costa, una ciudad que creció como expansión de Montevideo y ahora busca su identidad.
Además de su destacada actuación en basketball que busca su lugar en el Metropolitano de la B con la incorporación de importantes figuras, el Club Lagomar tiene ocho categorías de baby fútbol de la que participan más de 100 jóvenes. Compiten en una liga que tiene 16 equipos. Se compite desde los seis años pero en el Club Lagomar el trabajo comienza antes con niños de cinco y cuatro años.
“Nosotros pensamos que somos actores de la sociedad. Es con justa razón para muchas personas, que el problema quizás sean las calles, el alumbrado, el saneamiento, es decir las cosas básicas. Nosotros pensamos que si bien eso es cierto, el principal problema de Ciudad de la Costa es la falta de identidad. Es algo que no es mensurable, que no es valorable, como lo otro que mencioné, pero creo que es un poco la cuna de muchos problemas que tenemos”, dijo López .
El presidente del club se refirió que al ser un satélite de Montevideo “eso nos quita mucha perspectiva de muchas cosas. Creemos que Ciudad de la Costa debe tener su identidad como la tiene Montevideo y muchas ciudades del interior. La gente tiene que querer a su ciudad y no sentirse parte de Montevideo. El crecimiento demográfico trajo mucha gente de Montevideo que vino con sus costumbres con su identidad cultural, deportiva y hasta a comercios de Montevideo, eso afecta Ciudad de la Costa, La identidad es un proceso de construcción por eso apostamos al deporte, porque a través del deporte es que se genera identidad”, indicó.
López destacó en este sentido el papel del basketball en el club. “Intervenimos en la liga nacional, nos transmitieron por televisión para todo el país, generamos que muchos gurises estén orgullosos de pertenecer a Ciudad de la Costa, tal vez no cambie la gente que llega con 40 y 50 años desde Montevideo, pero sí a los jóvenes”, apuntó.
López se refirió a la constante partidización de todo, y puso comparó un clásico en el estadio hoy y como era antes cuando iban barras de jóvenes de ambos cuadros y se sentaban juntos.
“Si vas al estadio y vos de un cuadro y tu señora de otros donde te sentás porque o vas a un hinchada o vas a otra, incluso en la América y la Olímpica. Nosotros en nuestra época íbamos una barra de Peñarol y de Nacional todos juntos, la gurisada ahora eso no lo pudo hacer nunca. Con el basketball nosotros generamos que muchos que son de Peñarol y de Nacional se sienten juntos, el basketball nos dio posibilidad de hacer esas cosas. Ahora buscamos poder subir al Metropolitano de la B, es un espejo para los chiquilines que tienen que tener un incentivo, más allá de la competición porque se enseñan valores humanos. Los chiquilines en la práctica se plantean ‘ yo también puedo estar ahí si me esfuerzo’ . Y si no tengo condiciones puedo ayudar, puedo ser juez, como tenemos jueces en la federación que salieron de acá. Hoy están arbitrando a nivel de primera y de formativas”, dijo.

Agregó que: “no se piensa todo lo necesario en la incidencia que tiene el deporte. De un tiempo a esta parte desaparecieron clubes de baby fútbol, de basketball, en todo el país y no se repara en la importancia que tienen para la sociedad. Porque en esos clubs los adultos los aconsejaban, los contenían en algún problema que tuvieran, hasta conocían una chica y se casaban, hacían familia. Entonces yo pregunto si esos clubes que desaparecieron donde había un tejido social importantísimo, ¿dónde está esa gente? ¿Están en la calle? ¿Están en la computadora con un espíritu individualista? Entonces después no nos podemos quejar de los chiquilines, del egoísmo y de la falta de valores. Cosas que se enseñan también en los clubes, en una cancha y en un vestuario. El compartir el esfuerzo, no solo en la práctica, en el amor a un club, en levantar una pared. No hay que ser sociólogo para darse cuenta de este tipo de cosas”, subrayó.

El crecimiento en dos años

“Tenemos una muy buena credibilidad porque siempre que hemos hecho un convenio lo hemos terminado en los plazos correctos, si la obra se marca a un año se termina en un año”, apuntó López.

El presidente del club explicó que se trata de una ampliación del edificio del club que se extiende hacia delante unos 15 metros, y una segunda planta donde va una sala de aparatos de última generación, “va a estar toda vidriada para dar relación entre ejercicio y la naturaleza”, indicó.

Esta es la primera etapa del convenio, en una segunda están previstos vestuarios, de hombres, mujeres, niños y niñas. Y una tercera etapa del convenio es empezar con la piscina.