“Para mí fue una especie de actividad inusual, en verano frente a la playa, hablar de libros con el Intendente, no sabía que esperar y quedé muy contento, se llenó, hubo mucho interés y estuvo muy bueno el intercambio, había jóvenes más que niños”, contó a revista Metropolitano, el escritor, músico y periodista Roy Berocay. Se trató de un nuevo encuentro de los denominados “ Atardeceres Canarios», esta vez fue en el Espacio Cultural Pablo Neruda y se llamó “Contame vos”. Fue una actividad que combinó un espacio lúdico con la reflexión de tres autores infantiles de amplia trayectoria como Berocay, Magdalena Helguera y Daniel Baldi a los que se sumó como coordinador el intendente Yamandú Orsi.

Sobre las preguntas del público Berocay destacó una inquietud de nuestro tiempo que es el futuro del libro en épocas de internet y la creación de los personajes.

“En cuanto al futuro del libro frente al mundo digital creo que libros siempre va haber, no sé si en papel, eso no me preocupa, siempre va a haber gente escribiendo, en el futuro la creatividad está asegurada. Me preocupa mucho más el derecho de autor de esos creadores, es más difícil con estos nuevos formatos digitales el tema de derechos de autor está siendo atacado, afirmó.

Sobre si estas instancias le ayudan a tener insumos para sus creaciones, el escritor apuntó que “vengo teniendo charlas con jóvenes y adolescentes hace más de 20 años, no sabría decirte porque todo te incide en la creación, estás en la playa y pasa un pájaro o alguien te hace un comentario, todo incide”, indicó.

Diez años de Ruperto Rocanrol

“Este año la banda Ruperto cumple 10 años y estamos trabajando para un espectáculo en vacaciones de julio en La Trastienda y otras cosas que por ahora no las puedo adelantar, salvo un nuevo disco y libro del Sapo Ruperto”, contó Berocay.

Berocay tiene cinco hijos, ocho nietos y dos bisnietos por lo que su vida a estado rodeada de niños. Justamente fue estando con uno de sus hijos que un día apareció la idea del Sapo Ruperto, cuando el niño jugaba con un sapo en Parque del Plata. Ruperto fue el nombre que se le vino a la cabeza a Berocay, quien esa noche inventó un cuento para sus hijos con ese particular anfibio.