En Uruguay el año pasado se detectaron 7.035 situaciones de violencia hacia niñas, niños y adolescentes. Un incremento en más de 2.000 casos con respecto a años anteriores: en 2020 se detectaron 4.911 situaciones y en 2019 4.774 casos.

La situación se conoció hoy en el marco del Día Internacional contra el Maltrato y Abuso Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes en conferencia de prensa brindada por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (Inau). El informe de 2021 estuvo a cargo del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav). Las autoridades explicaron que no se habla de denuncias sobre hechos, sino de casos en los que se trabajó porque, en ese caso, la cifra sería mayor.

La coordinadora del Sipiav, María Elena Mizrahi, aseguró que el incremento de las situaciones de violencia durante el año pasado “está asociado al levantamiento paulatino de las medidas” que se tomaron durante la emergencia sanitaria, contexto que motivó el retorno de los operadores a la presencialidad, fortaleciendo la “capacidad de detección” por parte de los funcionarios del sistema de respuesta, así como también el regreso de los niños y adolescentes a los centros que le brindan el espacio para denunciar situaciones de violencia.

La mayoría de los casos involucra a niñas y adolescentes con un 55% del total frente a un 45% de varones.

De 6 a 12 años es la franja de edad con más casos, el 37%, seguido por la franja de 13 a 17 con el 35%. En este sentido, informaron que 1 de cada 5 niños y adolescentes atendidos corresponde a personas de cinco años o menos, un porcentaje que aumentó con respecto al año anterior. Esta cifra preocupa a las autoridades porque tiene un impacto negativo en una franja etaria sensible para el sano desarrollo en una etapa “crucial de su crecimiento”.

Tipos de violencia y agresores

Con respecto a los tipos de violencia registrados, un 37% de las situaciones detectadas fue por maltrato emocional, 24% negligencia, 20% abuso sexual, 17% maltrato físico y un 2% a explotación sexual. En lo que respecta a explotación sexual, el 87% de datos ingresados y detectados fueron de sexo femenino. “3 de cada 4 de situaciones detectadas por abuso sexual son de género femenino”, destacaron los presentadores del informe

Asimismo, el estudio señala que el 74% de las situaciones detectadas fueron recurrentes y un 26% fueron de episodio único. En cuanto a la fase en que fueron detectadas, el informe destaca que el 12% se da en el inicio de la situación y un 88% en la fase crónica.

En cuanto a los agresores son los padres que ocupan el primer lugar con el 39%, seguido por las madres con el 23%. Es de destacar que 9 de cada 10 personas agresores son familiares directos o integran el núcleo de convivencia de niños, niñas y adolescentes.