Los vecinos del Complejo de Viviendas Pinasol, donde viven 272 familias, en Médanos de Solymar a la altura del kilómetro 27 de Giannattasio, fueron sacudidos la madrugada de este viernes, a las 12.55 horas, cuando se produjo un tiroteo entre varias personas y en las que intervino al menos un vehículo por las calles interiores del Complejo y se escucharon unas seis detonaciones. La zona realmente tranquila hasta hace algunos años, viene sufriendo una escalada de inseguridad con robos en el interior de las casas, rapiñas a transeúntes y tiroteos entre delincuentes. En la zona no hay prácticamente patrullaje policial. El Salón Comunal también ha sido robado varias veces y sufrido destrozos.

A dos cuadras del Complejo hay un terreno que está siendo ocupado y se está formando un asentamiento en franco crecimiento. Como en todos estos casos los vecinos entienden que allí hay gente trabajadora que no tiene vivienda pero también, como en estas situaciones irregulares, llega gente que vive de delinquir. Otra situación que acrecienta la inseguridad son las «bocas» de pasta base.

Campaña por convivencia

En noviembre de 2019 los vecinos lanzaron una campaña de convivencia tratando de hacer frente al importante incremento de delitos registrado en muy poco tiempo. Los vecinos instalaron cartelería en las calles y paralelamente buscaron otras acciones para atacar la inseguridad de la zona. “No compramos cosas robadas. Nos cuidamos entre todos”, “El barrio es de todos, la responsabilidad de cuidarlo también”, “La venta de drogas es el origen de muchos otros problemas. Denuncia Anónima al 08002121”, son algunas de las consignas que figuran en la cartelería instalada. “Hemos sido testigos presenciales y vivenciales del aumento acelerado del delito en nuestro barrio. Robos en casas particulares, en el Salón Comunal en reiteradas veces, incluyendo varios destrozos”, indicaba la misiva dada a conocer. Los vecinos advirtieron también en la carta que en ese entonces se habían producido tiroteos, incluso a las 17 horas y a metros de una canchita de fútbol donde había un grupo de niños jugando. “Además nuestras calles, no solo en la madrugada, sino a plena luz del día, se han vuelto un desfile de personas ajenas al complejo”, puntualizaban. Los vecinos apuntan que el incremento de la inseguridad está directamente ligado al accionar de “bocas” de pasta base en la zona.