El fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, informó este martes la identidad de la víctima cuyos restos fueron hallados hace más de un mes en el batallón 14, en Canelones. Corresponden a Luis Eduardo Arigón Castel.
Los restos no tienen lesiones traumáticas que permitan establecer la causa de muerte; sin embargo, tiene fracturas provocadas por un objeto contundente. Las pericias indican que se intentó defender de «impactos contundentes» a la altura de la cabeza. Es posible, explicó la antropóloga Alicia Lusiardo, que esos golpes hayan colaborado a la causa de muerte.
La familia de la víctima fue informada antes de la conferencia de prensa.
Historia
Al momento de su desaparición, el 14 de junio de 1977, Arigón Castel tenía 51 años. Fue secuestrado en su casa, mediante un operativo en el que soldados y represores del régimen cívico militar se identificaron como miembros de las Fuerzas Conjuntas, indica la página web de Sitios de la Memoria.
Su esposa y sus dos hijas fueron testigos del secuestro del detenido desaparecido, así como también fueron parte del allanamiento de su casa. Quienes estuvieron presentes el día que la víctima fue secuestrada, señalaron que el operativo estuvo a cargo de “un hombre de particular, no muy alto, bastante rubio y con patillas, acompañado por cuatro soldados uniformados de color verde y armados”.
La familia Arigón, compuesta por tres hermanos, vivía en una casa de tres plantas en La Blanqueada; cada uno ocupaba un piso. Aquel 14 de junio, los agentes de seguridad ingresaron al primer piso del edificio, donde pidieron documentación de los residentes. Cuando llegaron a la casa de Luis Eduardo, le pidieron sus documentos y se los llevaron. En ese momento, la víctima fue trasladada junto con los soldados.
Después de que la víctima fuera secuestrada, su familia buscó datos sobre el lugar de detención que le fueron negados. Además, las distintas fuerzas y autoridades de la dictadura negaron que se encontrara en detención.
El 1° de mayo de 1977, antes de su secuestro, Arigón Castel había sido detenido por el departamento 6 de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia dentro de un operativo” represivo tendiente al desmantelamiento de la Agrupación del Partido Comunista que funcionaba en UTE e interrogado por su vinculación con Omar Tassino”, señala su ficha realizada por el equipo de investigación histórica a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente y el grupo de trabajo Verdad y Justicia. Tres días después, el 4 de mayo, la víctima recuperó la libertad.
Según el sitio web, fueron varios testigos quienes lo identificaron siendo sometido a torturas en el centro clandestino de detención y tortura de La Tablada, que funcionó desde 1977 hasta 1983.
Arigón Castel militó tanto en gremios como en política. En la primera, fue parte de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria —fue empleado de lla librería Heber Saldivia en la Galería del Notariado y traductor internacional en Book Service— y de la Convención Nacional de Trabajadores.
Dentro del ámbito político partidario, fue miembro del Partido Comunista del Uruguay y del Frente Amplio. Asimismo, se desempeñó como secretario político del seccional “Sur” y en la clandestinidad del Regional N.º 5.
El último hallazgo de restos de detenidos desaparecidos se dio en junio de 2023, y un año después se pudo identificar que se trataba de Amelia Sanjurjo, una militante comunista desaparecida en 1977.
El hallazgo de los restos de Arigón Castel se habría dado a poca distancia de donde fue encontrado el cuerpo de Sanjurjo, en la misma zona que ha sido indicada como de relevancia por los propios antropólogos para continuar las excavaciones.
En el sitio donde aparecieron los restos de Sanjurjo también habían sido encontrados los cuerpos de Julio Castro, en 2011, y de Ricardo Blanco Valiente, en 2012.