Uruguay otorgó el primer asilo territorial y status de refugiado a un ciudadano ruso que lo solicitó en 2015 por ser acosado y discriminado en su país por su condición de gay.
El ciudadano ruso de 35 años, argumentó «ser permanentemente discriminado y acosado por una ley homofóbica vigente en su país, y la actitud social de la casi totalidad de los rusos hacia la homosexualidad.» Desde la Asociación de Familias Diversas se indicó a Revista Metropolitano, que hay en curso dos casos más por la misma causa pero de dos ciudadanas venezolanas. En este caso el asilo recién ha sido solicitado y puede durar hasta un año la respuesta de la cancillería.
En diálogo con Revista Metropolitano, el ciudadano ruso, que pidió mantener su identidad en reserva, dijo que está trabajando y estudiando en Uruguay y viviendo el proceso de adaptación a nuestro país.
«Desde que nací para la sociedad rusa yo cumplo con el estereotipo que ellos tienen de los gays; entonces las estructuras del Estado me reconocieron como tal y desde ese momento sufrí discriminación y acoso. Huí de mi país debido a la condena social a la homosexualidad, por otra parte yo no tenía posibilidades de vivir sin miedo con mi pareja en Rusia» señaló
El ciudadano declaró que en Rusia «vivía con su pareja con quien mantiene un sólido y estable relacionamiento desde hace 5 años. Pero la situación antes mencionada, tras la aprobación de la ley denominada de propaganda de relaciones sexuales no tradicionales, les impedía vivir una normal relación de pareja, por lo que resolvieron emigrar.
Hay diferencia entre asilo político o diplomático y asilo territorial. En este último caso es otorgarle a una persona el derecho a residir en el país, a trabajar, estudiar, se homologan todos sus títulos y se busca que desarrolle su vida normalmente. El asilo no tiene termino. No se le da ciudadanía, no tiene derecho a voto y si sale de Uruguay nuestras leyes no lo protegen. Uruguay no le otorga pasaporte, aunque sí documento de identidad y no recibe pensión ni vivienda.

«En Rusia se habla mucho de la homosexualidad pero siempre de forma negativa. Socialmente se condena que dos personas del mismo sexo que formen una pareja vivan juntas. En mi país se acostumbra a decir que en nuestro territorio no se persigue a los homosexuales, pero que en Rusia jamás habrá matrimonio igualitario. Pero la persecución sí existe y se nota en todas las capas sociales, a pesar de que el Estado Ruso internacionalmente niega el problema», indicó el refugiado.

El refugiado manifestó su satisfacción y agradecimiento por el status que le otorgó el gobierno uruguayo e indicó que se siente libre al vivir en nuestro país.

Matrimonio igualitario para extranjeros

“Pese a que lamentablemente hay 70 países -entre ellos Rusia- que aún persiguen o condenan las relaciones homosexuales, hay naciones como la nuestra donde la ley y los Derechos Humanos protegen dentro de nuestro territorio a cualquier habitante del mundo en sus derechos, sin importar género, raza, religión u orientación sexual. Hay que avanzar en la Ley de Matrimonio Igualitario permitiendo el casamiento de extranjeros y fortalecer los Artículos 149 bis y 149 ter del Código Penal otorgando mayores herramientas jurídicas para las personas que promuevan la homofobia, o insten al desprecio o el odio contra las personas a raíz de su orientación sexual. «La discriminación debe estar firmemente penalizada en nuestro país con herramientas tales como los procesamientos con y sin prisión, pero también con la realización de tareas comunitarias para toda aquella persona que discrimine», afirmaron desde la Asociación de Familias Diversas.

LA FRASE
«Desde que nací para la sociedad rusa yo cumplo con el estereotipo que ellos tienen de los gays; entonces las estructuras del Estado me reconocieron como tal y desde ese momento sufrí discriminación y acoso. Huí de mi país debido a la condena social a la homosexualidad, yo no tenía posibilidades de vivir sin miedo». Ciudadano ruso refugiado en Uruguay.