El presidente de OSE, Raúl Montero, anunció en conferencia de prensa que el organismo decidió por la sequía “mezclar en forma diferente” las distintas fuentes del agua potable que se suministra al Área Metropolitana por lo que el agua tendrá mayor salinidad y se notará en el gusto. “La norma prescribe entre otras cosas que la salinidad (del agua potable) no debería ser mayor que 250 miligramos por litro, nosotros hasta ahora hemos venido cumpliendo eso. No es un límite determinante, que sea mayor no quiere decir que sea perjudicial para la salud”, indicó. Pero se resolvió aumentar el valor a 450 miligramos por litro. La medida afectará sobre todo «al paladar», dado que el agua tendrá un sabor un poco más salado, indicó Montero y descartó mayores consecuencias para la salud de quien la tome.

“No estamos poniendo en riesgo la salud, estamos tratando de que el agua que tenemos nos dure la mayor cantidad de días posible”, aseguró. En este sentido, señaló: “Con 450 miligramos, si tomamos dos litros no estamos tomando (ni) un gramo de sal. Es mucho menor que los límites que nos aconsejan nuestros médicos”. La medida, que se tomó con el objetivo de que las reservas alcancen hasta junio, comienza a partir de este miércoles 26 de abril.

Obligados

“Contamos para el Área Metropolitana con algo menos de 12 millones de metros cúbicos en Paso Severino, con 50.000 metros cúbicos por día que están viniendo por el Río Santa Lucía, y con una cantidad un poco indefinida de agua que está aguas abajo de la represa de Aguas Corrientes”, explicó.

“Nos vemos obligados a que por lo menos la cantidad de agua dulce que tenemos segura nos dure hasta finalizar el mes de mayo. Los informes de meteorología que tenemos dicen que el mes de abril, que ya lo vamos terminando, y el de mayo es muy probable que sean deficitarios, que recién podíamos tener alguna noticia favorable en junio”, aseguró.