Foto y textos: Meri Parrado
Sobre las nueve de la mañana del sábado 8 de noviembre, un grupo de personas ya estaban reunidas en la bajada del Club del Tenis de El Pinar, organizándose para comenzar con la recolección de residuos que las convocaba. Con gorro, guantes, una bolsa verde y otra negra, y un formulario para registrar los diferentes tipos de desechos encontrados, comenzaba un nuevo Día Internacional de la Limpieza de Costas.
Se trata de un evento internacional voluntario, con más de 40 años de vigencia, que busca generar conciencia en la población acerca del cuidado del medioambiente y del ecosistema acuático. Año tras año, este compromiso moviliza a más de 600.000 personas, según consignó el Ministerio de Ambiente.
En Uruguay, la actividad es organizada por el Ministerio de Ambiente, intendencias, municipios, empresas y organizaciones sociales. Hubo limpieza en todos los departamentos con costa: Canelones, Colonia, San José, Montevideo, Maldonado y Rocha.
“No basta con realizar jornadas de limpieza”
El colectivo Somos Pinar—que trabaja en el fomento de un balneario limpio, seguro y sustentable—es una de las tantas organizaciones que se ha cargado al hombro este proyecto de limpiar las costas. En diálogo con Metropolitano, María Irazoqui, una de sus integrantes, contó que la organización surgió este año “por el interés de cuidar e impulsar el desarrollo sustentable y armónico de nuestro querido balneario que ha crecido mucho en los últimos años”. “Nuestro objetivo es promover la mejora de la infraestructura, el cuidado del entorno natural —especialmente sus bosques, playas, y espacios públicos— y el bienestar de sus residentes y visitantes”, añadió.
La entrevistada detalló que desde el colectivo fomentan“la participación ciudadana, el fortalecimiento de los lazos comunitarios y la construcción de un balneario seguro, limpio y ordenado, preservando su identidad ecológica y cultural, intentando generar espacios de planteos respecto a la comuna canaria”. Contó también que disponen de varias áreas de acción para que quienes quieran ser parte se anoten donde estén más a gusto: infraestructura y obras barriales, medioambiente y limpieza, participación vecinal y comunicación, seguridad y comunicación, educación y actividades para niños y jóvenes.
A pesar de los pocos meses de vida que tienen el colectivo, han llevado adelante diversas acciones para el cuidado del medioambiente, que organizan a través de redes sociales o por medio de grupos de WhatsApp. “Una de ellas fue hacernos cargo de la recolección de cartelería política que permanece en la vía pública tras las elecciones. Nos ocupamos de retirar los carteles, pasacalles y afiches de las calles principales, y de trasladarlos al punto de acopio que dispone el Municipio en Camino Pérez”, contó.
Destacó que también realizan jornadas de limpieza en espacios públicos y plantación de árboles, “con el objetivo de contribuir a la recuperación del arbolado urbano, que ha disminuido drásticamente en los últimos años”.
Consultada sobre cómo evalúan la situación actual de las costas de El Pinar y cuáles creen que son las principales causas de la contaminación costera, expresó: “Año a año se ve un incremento de la contaminación. En verano, es triste ver la falta de conciencia de visitantes que vienen a disfrutar de la playa y no se llevan su basura, la dejan en la playa. El resto del año se nota un incremento con respecto a 10 años atrás, debido al aumento de población”.
Con respecto a la jornada de limpieza de este sábado, manifestó que el colectivo quedó muy contento con la convocatoria. “Vemos que poco a poco la gente comienza a sumarse. Vinieron desde adolescentes—dato a considerar ya que la convocatoria era a las 9 de la mañana—hasta adultos mayores. Nos organizamos en diferentes grupos y cubrimos todo El Pinar, desde el arroyo Pando hasta Médanos. Fue muy lindo ver las ganas de participar y colaborar”.
Sobre el tipo de residuos que se encuentra con mayor frecuencia, destacó los envases plásticos, bolsas de nylon, trozos pequeños de diferentes plásticos y el incremento de tanza de pescar.
Irazoquiaseguró años atrás, el incremento de basura “era más visible en los meses de verano o cuando sube la marea”, mientras que en la actualidad“se encuentra basura durante todo el año”.
Para finalizar, la voluntaria reflexionó acerca de los desafíos que consideran necesarios —a nivel ciudadano o institucional— para reducir el impacto ambiental en las playas. “Creemos que no basta con realizar jornadas de limpieza. Estas acciones son necesarias, pero deben complementarse con un cambio de conciencia y de hábitos ciudadanos. Es fundamental que las personas comprendan que la mejor forma de cuidar el entorno es no ensuciarlo, y si llevan residuos a un espacio natural, también deben llevarlos de regreso”.
Otro aspecto clave, agregó, es la protección de los ecosistemas de dunas costeras, que “muchas veces no reciben la atención que merecen”. Y sumó:“En el caso de la Playa de El Pinar, es una de las pocas zonas de Canelonesque aún conserva dunas. Estos ecosistemas cumplen una función vital: absorben la energía del viento y las olas, reduciendo la erosión y protegiendo la costa. Además, funcionan como puentes entre el ecosistema marino y terrestre.Cuando se destruyen, las playas retroceden y la línea costera se vuelve más vulnerable. Las dunas mantienen el equilibrio ecológico de la zona costera y contribuyen a la resiliencia frente al cambio climático”.
En tal sentido, manifestó la urgencia de la instalación de bajadasde madera, ya que “hay una sola en toda la extensión de El Pinar”, así como señalización adecuada, para evitar que las personas continúen pisando y deteriorando los médanos. “Cuidar las dunas no solo es preservar el paisaje, sino también garantizar la sustentabilidad y la protección natural de nuestro litoral”, concluyó.







