Gladis llegó del brazo de su hijo y busca un lugar con sombra en la parada del kilómetro 28 de Giannatassio, en Medanos. Tiene 82 años y hora para el médico a las 11.30 en Solymar. Son las 11 horas y el sol ya confirma que la temperatura alcanzará la predicción de los 31 grados. No hay sombra en la parada que no tiene techo hace meses. “Tengo miedo de descompensarme de la presión por que el calor me la hace subir”, dice Gladis mientas toma un trago de agua. La señora es apenas un ejemplo de lo que los habitantes de Ciudad de la Costa sufren con el estado de las paradas. Hay además una mezcla de estilos, de material, de madera, o en combinación de ambos. Pero no importa el estilo o el tiempo en que fueron instaladas, muchas, demasiadas, están destrozadas. Incluso sobre el kilómetro 23 hay una de material al lado de otra de madera, pero ninguna tiene techo. Los usuarios deben soportar como pueden sol, frío y lluvia.
Vale recordar que según datos de la Dirección Nacional de Transporte (DNT), la terminal de Río Branco que une Montevideo con la zona metropolitana vende en los servicios suburbanos 73 millones de boletos al año. Para tener una idea de la cantidad de personas que viajan desde Ciudad de la Costa a la capital.
La Intendencia de Canelones ha reparado en el estado de estos refugios y realizó un llamado a licitación, según indicó a Revista Metropolitano, Natalia Breneer, directora de Gestión Territorial de la comuna canaria. En los próximos meses se espera que Giannatassio luzca sus nuevos refugios. “El llamado es para refugios de Giannatassio y la rambla. Buscamos un estilo similar al de algunas paradas que ya existen en la rambla. Cuando se abra la licitación se estudiarán las propuestas y se hará la adjudicación”, explicó Breneer. Paralelamente el Municipio de Ciudad de la Costa alcanzó un acuerdo con privados y se levantarán nuevos refugios en las paradas internas de la zona.