Texto y fotos: Meri Parrado
Ciudad de la Costa vivió una noche cargada de emoción y esperanza este jueves con la recreación del Pesebre Viviente en el Centro Médico Ciudad de la Costa de la Mutualista Hospital Evangélico.
Tras una pausa de cuatro años debido a la pandemia, esta tradición retomó su curso, uniendo a funcionarios, familiares y creyentes de la Iglesia Evangélica Hermanos Libres para representar la santidad del Pesebre de Belén. La actividad, que inició a las 19 horas y culminó bajo la luz de una hermosa noche, contó con la narración bíblica de María Cristina Laluz y Gustavo Cornachioni, mientras el coro de la Iglesia Ituzaingó, dirigido por Elías Cardozo, acompañó con su música.
Pierina Franchi, encargada de la policlínica, dio inicio a la jornada con un mensaje a los presentes: «Cuando nos encontramos casi siempre hay un tema de salud que nos convoca en este lugar o en sus casas, cuando eligen atenderse porque eligen la vida. Y nosotros también la elegimos desde los diferentes lugares que ocupamos como administrativos, enfermeros, médicos, técnicos y otros colaboradores del equipo. La historia de la Navidad nos recuerda la llegada de una nueva vida a una familia, una experiencia que nos conecta y sensibiliza.»
Franchi también destacó el esfuerzo colectivo detrás de esta actividad, mencionando a la Iglesia Evangélica Hermanos Libres, a su directora actoral, Claudia Larrosa, al director musical Elías Cardozo y a José Correa, quien aportó el sistema de amplificación. En palabras posteriores a Metropolitano, subrayó contó que la institución viene desarrollando actividades con la comunidad como corre-caminatas y jornadas de salud, pero que la recreación del pesebre tiene una carga muy emotiva. Con respecto al mensaje principal que buscaban transmitir con esta actividad, expresó: «Buscamos dar un mensaje de esperanza y fe. Se trata de una actividad abierta a toda la comunidad, no solo para socios, No todos son creyentes, pero sabemos que este mensaje hará bien a quienes lo reciban”, dijo con tono emotivo y señalando su piel erizada.
El sentido de la vida
El mensaje final estuvo a cargo del Pastor Alejandro Huerta, quien ofreció palabras de reflexión: «La institución podrá hacer todo lo posible para sanarte físicamente, pero no puede hacer nada para sanarte espiritualmente más que compartirte acerca del amor de Dios. Navidad es eso, la influencia de Dios para transformar y cambiar nuestras vidas para bien y encontrarle el sentido a la vida. El pesebre, donde nace Jesús, nos recuerda el amor de Dios y la esperanza. Si esta noche no tenés paz, solamente en Cristo la podés encontrar.»
Entre el público, se podía ver familias y niños que se acercaron con sillas playeras, contemplando con emoción cada escena. Esta actividad representa un nuevo comienzo para una tradición que, según el equipo organizador, busca conectar a la comunidad con un mensaje de unión, espiritualidad y esperanza en estas fechas tan especiales.