La afirmación «tierra de nadie» nunca fue más exacta para definir la situación del predio ubicado sobre la avenida Giannattasio al kilómetro 27.500 en Médanos de Solymar. El enorme predio, con decenas de viviendas a medio construir, tuvo la obra detenida 20 años por un litigio. Ahora la Agencia Nacional de Viviendas (ANV) retomó el proyecto y llama a licitación para terminarla con unas 1.200 viviendas. Sin embargo hace unos meses la guardia privada instalada allí, ya que es un terreno que hace unos años tuvo ocupaciones irregulares, fue retirada del lugar y también se sacó la iluminación.
El predio es camino para cientos de vecinos de la zona que van hacia la ruta y esta falta de guardias ocasionó que delincuentes aprovecharan la ocasión para instalarse a esperar gente para rapiñar. Los vecinos, según supo Metropolitano, presentaron denuncia de la situación con decenas de firmas a la Seccional 27a. de El Pinar y también a la ANV que administra el predio cuyo padrón es 43739. También se denuncian actos obscenos de estas personas con niñas/os de la zona.
Aquí la denuncia de los vecinos
«Por medio de la siguiente carta de denuncia, los vecinos del Complejo de Viviendas Pinasol, donde actualmente viven 274 familias. Queremos dejar constancia de los actos delictivos que han ocurrido y ocurren frecuentemente en el complejo de viviendas abandonadas del kilómetro 27.500 de Av. Giannattasio. Actualmente, distintas situaciones se han suscitado, que han afectado sobre todo, a nuestros niños/as y adolescentes que concurren a los diferentes centros educativos de la zona. Por el cual, acudimos a comunicar al personal de la seccional correspondiente para que tomen cartas en el asunto y den solución a los lamentables actos que vivimos asiduamente», dice la carta.
Un poco de historia
Hace 20 años se firmó un contrato entre la empresa Fernando Bordoni S.A. y el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y para lo que se adelantaron 3 millones de dólares para esta y otras obras. Pero la empresa no cumplió con el cronograma de obras ni la adquisición de materiales prevista y en 2005 el BHU revocó el contrato. También hubo ocupación de unas 20 viviendas a medio construir pero la Justicia desalojó a los ocupantes. En 2017 la Justicia dio la razón al BHU y en 2020 la Suprema Corte de Justicia ratificó el fallo. Ahora se inicia un proceso de indemnización y el predio pasó en fideicomiso a la ANV.