Reglamentación del derecho de reunión para casos que atenten contra la salud en la emergencia sanitaria, límite al aforo de ómnibus interdepartamentales y subsidio a las empresas de transporte, suspensión del ingreso al país, adelanto de licencias en la Administración Central y teletrabajo en oficinas del Estado son algunas de las disposiciones anunciadas por el presidente Luis Lacalle Pou para enfrentar a la COVID-19.

El mandatario encabezó la conferencia posterior al Consejo de Ministros que impulsó estas medidas en el marco de la emergencia sanitaria por coronavirus. Estuvo acompañado por el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y el prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés.

Recordó la conferencia previa del Grupo Asesor Científico (GACH) liderado por Rafael Radi, Fernado Paganini y Henry Cohen, que brindó datos actuales y proyección sobre la pandemia, y agradeció la labor de este grupo de académicos, del personal de la salud, y de los uruguayos anónimos que se dedicaron a tareas honorarias a lo largo del país. Además se solidarizó con quienes padecieron las consecuencias económicas de la pandemia o la pérdida de su empleo. En referencia a la contención de la problemática, dijo que es producto de la conducta de los uruguayos y no del Gobierno. “Hemos evitado hacer política, con p minúscula, sobre este tema, y reiteramos: Si las cosas salen bien de aquí en adelante, es gracias a la conducta de los uruguayos y, si salen mal, este Gobierno, como lo ha hecho desde el 1.º de marzo, y hablo en primera persona, el presidente de la República, se va a hacer cargo y se va a hacer responsable”, expresó. Detalló, siguiendo pautas planteadas por el GACH, que en estos 9 meses de pandemia Uruguay no padeció la primera ola. La segunda ola del mundo es nuestra primera hora, situación que se produjo hace unas semanas, dijo.

Afirmó que hasta ahora Uruguay estuvo con su economía abierta; la educación finalizará este viernes 18 su ciclo lectivo y se desarrolló una vida social, cultural y deportiva. Incluso así, señaló que los indicadores sanitarios y económicos son sensiblemente menores a países del primer mundo sin apertura económica ni vida social. El presidente reiteró la indicación del GACH, que recomienda un límite de diez personas en las reuniones familiares. Ahora, dijo,  “es tiempo de convencer, disuadir y disolver las reuniones”.

«Ahora entramos en otra fase, que todos suponemos, empieza a terminar cuando tengamos la vacuna», indicó. Sobre el tema, Lacalle Pou aseguró que se busca la mejor en el menor tiempo posible. Consultado respecto a  la consolidación fiscal, dijo que se prevé una erogación mayor en la ayuda social, básicamente en los seguros de paro completo y parcial, y la asistencia del Ministerio de Desarrollo Social. Fuera de la pandemia, el Gobierno sigue en su camino de austeridad, ahorro y equilibrio fiscal, sintetizó.

Al margen de la incorporación de camas para cuidados intensivos y respiradores, lo que más preocupa al presidente son los recursos humanos, por el estrés y dedicación en horas de los profesionales que están trabajando desde el primer día. Frente a esta situación, se buscará la formación rápida de personal de la salud, para que dentro de un mes pueda ingresar a trabajar a los centros de cuidados intensivos. El mandatario dijo que el Gobierno “defiende a capa y espada” no establecer un confinamiento obligatorio de la población. “El ‘quedate en casa’ está desgastado, cada uno sabe lo que puede hacer”, dijo Lacalle Pou. “Si la gente puede quedarse en la casa, que se quede, pero no es obligatorio”, remarcó.

Medidas presentadas

El presidente informó que el Poder Ejecutivo remitirá al Parlamento un proyecto de ley que reglamente el derecho de reunión, en base a lo previsto por el artículo 38 de la Constitución, cuando atente de forma notoria la salud pública. Además, se definirá legalmente el concepto de aglomeración. Por otra parte, el ingreso al país será suspendido desde el 21 de diciembre hasta el 10 de enero de 2021, excepto para los uruguayos que hayan adquirido su pasaje al día 16 de diciembre, y el transporte de cargas. Para esas mismas fechas, se suspenden los espectáculos públicos y se coordinará con el Congreso de Intendentes, para que esta disposición se aplique en todos los departamentos.

Las licencias del personal de la Administración Pública serán adelantadas, en coordinación con los gremios. También se exigirá el cumplimiento del teletrabajo en ese sector. La presencialidad se implementará para casos excepcionales por la naturaleza del servicio. En el referido sector, los mayores de 65 años no concurrirán a las oficinas. Se cancelan las actividades de jerarcas, como inauguraciones, reuniones, exposiciones, salvo fundadas razones.

Además, se insta al sector privado a adoptar las medidas laborales similares. En base al asesoramiento técnico recibido, las reuniones privadas no podrán superar las diez personas, con prevalencia del concepto de “burbuja”. Por otra parte, se reanuda la actividad de los gimnasios en lugares cerrados con un aforo del 30% y una hora de permanencia como máximo, sin habilitación de vestuarios.

La cantidad de pasajeros del transporte interdepartamental se limitará al 50% en los momentos de mayor movilidad. Se subsidiará la pérdida que eventualmente puedan sufrir las empresas. La medida rige del 21 de diciembre al 10 de enero. Los shoppings y demás centros comerciales extenderán su horario de atención y se disminuirá el aforo previsto en los protocolos actuales. La actividad comercial de restaurantes, bares, pubs y comercios similares finalizará a la medianoche. Las ferias tradicionales también deberán cumplir con limitación de aforo. Se facultará al Gobierno a multar, en algunos casos, cuando las personas no usen tapabocas.