Del 25 al 27 de abril se realiza el primer Congreso Mundial de Personas No Videntes en Uruguay, que convocará a referentes de 19 países y se esperan unas 500 personas. Revista Metropolitano dialogó con una pareja de no videntes que todos los días viajan desde Ciudad de Costa al Centro de Montevideo a trabajar. Queda en evidencia la agresividad de una ciudad que lejos está de ser inclusiva.
A cada paso está la trampa que esconde la vereda rota, o el cartel publicitario que golpea en el rostro porque está en la vía publica, pero no tiene base y no lo registra el bastón. La cabina de teléfono se ve muy moderna, pero sobresale lo suficiente como para que uno choque con ella antes que el bastón pueda tocar la base. Los medidores de UTE, que asoman en la pared, se ganaron el nombre de “rompecabezas de ciegos”.
En el transporte, si se conoce el recorrido, uno se puede guiar desarrollando casi por un sexto sentido, atento a las vueltas que da el ómnibus, pero si no, hay que depender de alguien, a veces el guarda se olvida de avisar y hay que bajarse a tientas en un lugar desconocido. Para cruzar las calles hay que escuchar si vienen autos, en avenidas complicadas no hay más remedio que pedir ayuda, si es de noche a veces hay que esperar.
La cuota establecida por ley para dar trabajo a discapacitados en el Estado es de un 4% pero se ha cumplido con poco más del 1%. De todas formas, si se accede a un cargo, hay que pelear para que a uno no lo dejen sentado en una silla sin tareas y esperando que pasen las horas.
Si se quiere estudiar el panorama no es mejor. Hay denuncias contra profesores que se han negado a tener alumnos ciegos, otros que no dejan grabar las clases; la falta de preparación en los docentes para trabajar con personas ciegas o de baja visión es un gran problema.
Son apenas algunos ejemplos de cómo la sociedad uruguaya segrega a quienes están dispuestos a realizar todo el esfuerzo para incorporarse socialmente. En Uruguay se ha tomado conciencia del tema de la inclusión y se habla mucho de ella, pero en la realidad falta mucho por hacer, según dijo a Revista Metropolitano, el presidente de la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU), Gabriel Soto.
Un paso importante para reafirmar reivindicaciones y proyectos será el VIII Congreso Latinoamericano de personas con discapacidad visual a realizarse en Montevideo del 25 al 27 de abril, que convocará a 19 países y unas 500 personas referentes en el tema a nivel mundial.
En Uruguay la mayor discapacidad, según el último censo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) es la visual: 57.100 personas dijeron tener mucha dificultad visual, mientras que 4.219 dijeron que no pueden ver.
La odisea del día a día
Noelia Baillo tiene 36 años. Por su diabetes a los 29 perdió la vista y una pierna. El Banco de Previsión Social le dio la jubilación pero al cabo de un tiempo renunció a ella para poder trabajar. Sebastián Romero tiene 37 años. Ahora es esposo de Noelia, es ciego de nacimiento, desde los 11 años es músico, gracias a un maestro ciego que le enseñó a tocar el teclado.
Hasta los 32 años vivió de la música, luego hizo una pasantía en el banco Itau y ahora trabaja en el Banco de Seguros. Su lucha por ser considerado uno más le ha llevado toda la vida, hasta jugó al fútbol en el liceo de arquero para integrarse; “lo único que pedía era que me patearan a ras de piso”, contó a Revista Metropolitano.
Noelia, también por la cuota legal, ganó un concurso de oposición y méritos y trabaja en Presidencia. Ambos viven a cuadras del Centro Cívico Costa Urbana y viajan todos los días más de 20 kilómetros para ir a trabajar. “Cada viaje es una aventura, una odisea y genera mucho estrés, sobre todo a la noche. Venís cansado como cualquier persona normal y querés volver a tu casa”, contó Sebastián.
“Hay recorridos que conozco y otros que no. Y pido ayuda, antes de bajar pregunto: ¿quién me ayuda con el andador? Me ha pasado con algunos guardas que no te hablan, te hacen señas y vos no sabés si te escuchó, si te entendió, y volvés a preguntar y algunos se ofuscan y otros se olvidan de avisarte. Te dicen que te bajes, que igual estás bien. ¿Pero dónde estoy?”, contó Noelia.
Ambos no han tenido problemas en cuanto al desempeño laboral, pero “hay lugares que son mucho más cerrados y tenemos compañeros que han tenido que pelearla bastante para poder hacer algo en esas horas de trabajo. Es más un tema de desconocimiento de lo que uno puede hacer y así se piensan que se evitan problemas”, explicó Noelia.
Para Sebastián uno de lo momentos más difíciles fue el ingreso a Secundaria. “Por ejemplo me era difícil seguir con el Braile al profesor porque iba muy rápido y no me dejaba grabar las clases”, recordó. A pesar de todo logró terminar Secundaria. Otro momento que ambos recuerdan como de gran impotencia y bronca pasó cuando fueron a dar un concurso para ingresar a un trabajo. “Ese día planificamos todo el viaje como de costumbre. Lo planificamos bien. Pero llegamos a Montevideo y había paro de taxis. Le pedimos al encargado de la parada de taxi que nos avisara si venía uno, no le pedimos que dejara de hacer el paro, solo si venía un taxi que nosotros lo parábamos, pero nos dijo que no. Fue muy complicado y llegamos 20 minutos tarde. Hablamos con la persona encargada del concurso y no hubo manera, fue una gran frustración, porque no nos dormimos, ni fue porque somos ciegos, le habría pasado a cualquiera, dio mucho dolor y mucha bronca”, dijo Sebastián.
Noelia contó cómo superó la crisis de asumir su destino. “Cuando perdí la vista me parecía que se había terminado el mundo. No tenía relación con ninguna persona que fuera ciega. En ese momento mi hija tenía siete años y eso fue un incentivo para salir. Lo más difícil fue asumir que era algo que se iba a quedar. Llorás, puteás y el duelo lo tenés que hacer. Incluso te imaginás cómo será la vida de los que te rodean sin vos. Me ayudó mucho, mucho conocer otras personas ciegas, te sentís apoyado”, explicó Noelia. Así empezó su cambio de vida, tomándose cada pequeño desafío, como llenar un vaso con agua sin que se derrame; como grandes triunfos.
Conoció a Sebastián en UNCU. Charla va, charla viene, mate de por medio, empezaron a llamarse por teléfono, luego a salir y se casaron. Se definen como personalidades complementarias. “Él me ayudó mucho a ser más independiente”, dice Noelia. “Ella es muy organizada y para mí que soy medio desorganizado me vino bárbaro, es muy aplicada”, dice por su parte Sebastián.
Solos fueron de luna de miel a Salto en lo que fue el gran primer desafío juntos. “Pero sobrevivimos”, dicen sonrientes.
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NOTA SECUNDARIA

CONGRESO CONVOCARÁ A 500 PERSONAS

“No queremos asistencialismo, queremos inclusión”

¿Qué importancia tiene este congreso?
Es fundamental porque va a hacer visible la temática de la discapacidad visual. Van a llegar unas 500 personas con discapacidad visual de todo el mundo y va a implicar un movimiento enorme de personas sin visión que de por sí va a provocar un impacto. Y se va a poner de manifiesto muchas barreras en lo que tiene que ver con la inclusión social. No queremos asistencialismo sino verdadera inclusión social. El congreso será en abril de 2016 pero su organización demanda tiempo y apoyo, por eso el lanzamiento tantos meses antes.
¿Cómo está Uruguay en materia de inclusión?
Hay debes principalmente en lo laboral y en la educación, que aparece como lo más complejo. Tienen que estar los materiales en formatos accesibles para que podamos leerlo en la computadora mediante un lector de pantalla. Hay barreras de los centros de estudios, resistencia de docentes, no están en formato accesible los materiales, de hecho hay muchas dificultades. Y docentes que se niegan a tener gente ciega.
¿En esos casos se hacen denuncias?
Sí las hacemos, pero muchas veces este primer escollo provoca un golpe a la persona ciega que decide no estudiar más para no tener que enfrentarse nuevamente a una situación similar.
En lo laboral la cuota del 4% de vacantes para puestos en el Estado lejos está de cumplirse, ¿qué otro punto reivindicativo se planteará en este tema?
Uno es que cuando se hagan llamados generales a cubrir cargos nos podamos presentar como cualquier otra persona. A veces no dejan presentarte a un llamado común.
¿Pero están en condiciones de presentarse a un llamado común y competir en igualdad?
Bueno nosotros nos preparamos para competir en igualdad de condiciones. Hay muchos compañeros profesionales. Nosotros somos personas iguales que cualquier otra, tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones.

Proyectos y propuestas para mejorar la situación
TRANSPORTE
Se propone un sistema sonoro, que se aplica en varios países y que va avisando cada parada que se hace. Lo mismo se necesita en las paradas de ómnibus, donde hay que depender de alguien para saber qué ómnibus viene.

INFORMACIÓN
Falta información centralizada de las distintas organizaciones vinculadas al tema y de los servicios y actividades que prestan, además se trata de servicios que se complementan.

EDUCACIÓN
La Unión Nacional de Ciegos del Uruguay se entrevistó con el subsecretario de Educación y Cultura, Fernando Filgueira, para que los docentes reciban formación curricular en el trabajo con discapacitados visuales. La formación docente tiene un debe grande en este tema.
TRABAJO
Se impulsa que se cumpla con el 4% de las vacantes del Estado para discapacitados que solo lleva poco más del 1%. También que más allá de cuotas especiales se puedan presentar a competir en cualquier llamado.

Por cupos gratis de hotel
y pasajes desde el interior

Las personas que viven en el interior del país pueden solicitar su alojamiento en el Hotel Radisson y su pasaje gratuito inscribiéndose correo congreso20016@uncu.org.uy . Para ello también deben estar inscriptos en la página del congreso. Por más información llamar a Unión Nacional de Ciegos del Uruguay. Mercedes 1327, Montevideo.
Teléfono: 2903 3022.