El Área de Estadística y Criminología Aplicada (AECA) del Ministerio del Interior presentó un diagnóstico ampliado previo a la elaboración del Plan Nacional de Seguridad Pública 2025-2035.

El documento analiza tres dimensiones: los facilitadores del delito, la respuesta penal y la percepción ciudadana. Se establece que Uruguay es uno de los países más armados de América Latina, con 617.000 armas registradas, uno de cada seis habitantes tiene un arma.

Entre 2013 y 2024, los delitos con armas de fuego crecieron 300%, con una marcada expansión hacia el interior del país. Entre 2011 y 2024, los homicidios aumentaron 87%, y la mayoría de ellos se cometen con armas de fuego.

Un factor facilitador facilitador es el consumo de drogas, tanto legales como ilegales. En el caso del alcohol, es la sustancia más consumida, con una prevalencia de vida del 88,9%, y el informe advierte que el consumo problemático continúa en aumento. En cuanto al cannabis, el informe señala que desde su legalización en 2013, el “uso problemático se mantiene bajo”. Sin embargo, el principal factor que “facilita” buena parte de la conducta criminal sigue siendo el consumo de cocaína y pasta base, concentrado en contextos de exclusión social, cárceles y personas en situación de calle. Esta situación, además, agrava problemas de salud mental que impactan en la población sin hogar.

Respecto a la respuesta del sistema penal, el gasto en seguridad aumentó 21% en términos reales entre 2013 y 2024. El Ministerio del Interior ejecuta más del 90% del presupuesto asignado a seguridad.

El 15% del presupuesto se destina al sistema carcelario, aunque en la última década hubo una reducción del 27% en el gasto por persona privada de libertad. Uruguay tiene una de las mayores presencias policiales de la región, con 21.146 efectivos dedicados a tareas de prevención y represión, lo que equivale a 591 policías cada 100.000 habitantes.

Desigualdad territorial

No obstante, el informe advierte una “fuerte desigualdad” territorial en la distribución policial: departamentos pequeños como Treinta y Tres o Flores superan ampliamente a Montevideo en presencia de efectivos por habitante.

El sistema penal esclarece entre el 55% y el 67% de los homicidios. Canelones lidera con un 80%, mientras que Montevideo apenas supera el 47,6%. Uruguay tiene una de las tasas de encarcelamiento más altas del mundo, con 444,7 presos por cada 100.000 habitantes.

El 65,6% de las personas liberadas reincide en menos de tres años, y el uso letal de la fuerza policial se mantiene “estable”, con un promedio anual de 18,8 casos. Los delincuentes abatidos suelen ser jóvenes de Montevideo.

 

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