Por Meri Parrado
De cara a las elecciones departamentales de 2025, la situación económica de la Intendencia de Canelones se posiciona como uno de los ejes centrales del debate político. Temas como el endeudamiento, el uso de los fideicomisos y el destino de los fondos obtenidos son algunos de los aspectos que dividen a los partidos. En esta entrevista, los candidatos Sebastián Andújar (Partido Nacional), Walter Cervini (Partido Colorado), Francisco Legnani (Frente Amplio) y Alfonso Lereté (Partido Nacional) exponen sus diagnósticos sobre la realidad financiera del departamento y cuentan si utilizarían el instrumento del fideicomiso si accedieran al gobierno.
¿Con qué situación económica se va a encontrar el próximo intendente de Canelones?
Andujar (PN): La situación económica es grave y muy desordenada. Canelones es un departamento rico en recursos, que recauda más de $750.000 por día y que maneja un presupuesto altísimo. En ese sentido, es un departamento privilegiado por los recursos con los que cuenta. El problema es que hay gastos innecesarios que pueden estar hipotecando la salud financiera del gobierno departamental a futuro, y eso hay que ordenarlo. Tiene que haber un ajuste importante en el gasto por cuestiones administrativas que tienen que ver con los recursos humanos y competencias que se han adquirido, que no están dentro de los cometidos que tiene un gobierno departamental.
Cervini (PC): La Intendencia debe mucho dinero. Actualmente, solo por motivo de fideicomisos, hay comprometidos más de $400 millones, si tomamos en cuenta los intereses. Es un monto muy elevado que implica un compromiso de pago en cuotas mensuales, lo que lleva a que lo que queda libre del presupuesto para ejecutar en obras sea cada vez menor.
Legnani (FA): En el año 2005, cuando Marcos Carámbula asumió el gobierno, había un déficit acumulado que equivalía a tres presupuestos anuales, y nosotros —por el Frente Amplio— lo abatimos a uno. En aquel momento no teníamos crédito en ningún lado. El primer fideicomiso que instrumentó el Gobierno de Canelones no fue de obras, sino de una deuda que se termina de pagar el año que viene, y que nos permitió tener crédito para poder comenzar a ordenar la casa. En términos de números, el año 2012 fue el año del empate, y desde 2013 en adelante la situación económica de la Intendencia de Canelones se saneó, lo que nos permitió poder recurrir a estos instrumentos de financiamiento de obras, como son los fideicomisos.
Lereté (PN): Nos vamos a encontrar, según la última rendición de cuentas de la Intendencia, con $500 millones de déficit, de deuda acumulada entre los nueve fideicomisos que restan por pagar, y $94 millones de juicios perdidos por la Intendencia, además de otras deudas a las que tiene que hacer frente la comuna canaria. Estamos hablando de $500 millones. Es mucho dinero, es recaudación hipotecada prácticamente hasta el 2050. Eso es perder soberanía, perder independencia y tener muy poco margen de acción. A veces me pongo a pensar como que le toman el pelo a la población y a nosotros cuando dicen que la Intendencia tiene superávit, pero no le dicen a la población que hay $500 millones de deuda. Además, se golpean el pecho diciendo “tenemos la capacidad de seguir endeudándonos”, como si endeudarse fuera un orgullo. Y esos son los modelos distintos que tenemos.
¿En caso de acceder al gobierno departamental, estarías dispuesto a usar el fideicomiso?
Andujar (PN): El fideicomiso es una muy buena herramienta que te puede permitir una liquidez para poder hacer frente a las obras que se necesitan. El problema no es la herramienta, sino cómo se utiliza. Entendemos que en los últimos períodos de gobierno, en que se ha utilizado muchas veces, no se utilizó bien, es decir, no se usó en las necesidades y urgencias que tiene el departamento. Ahí está la cuestión: no desprestigiar la herramienta como tal, sino evaluar los criterios con los cuales se utilizan esas liquideces que se obtienen. Tenemos una diferencia muy importante en cómo la maneja hoy el gobierno actual. No hay que generar fideicomisos por generarlos, sino que tienen que tener fines muy específicos, una ejecución bien controlada, bien auditada, y que realmente se usen para los propósitos que se habían expresado.
Cervini (PC): No descarto usar un fideicomiso; creo que es una herramienta válida. Lo que sí marcaría la diferencia es decir exclusivamente para qué obra sería, o qué es lo que queremos mejorar con ese fideicomiso, para que tanto el sistema político oficialista como la oposición puedan hacer el control efectivo del dinero que entró con respecto a la obra que se hizo. Y también para que la población canaria tenga esa tranquilidad de saber que ese compromiso, esa deuda que se contrajo, fue ejecutada con el fin de mejorar la calidad de vida de la gente.
Legnani (FA): La Intendencia de Canelones tiene comprometido un 13 % de sus ingresos; por lo tanto, tiene paño financiero para volver a recurrir a este instrumento, en la medida en que estén dadas las condiciones políticas. De hecho, el último fideicomiso fue financiado por el Banco República. Teníamos una anuencia de la Junta Departamental para contraer el préstamo con una tasa de un 7 %, a un pago de 20 años. Lo terminamos cerrando con una tasa de 4,5 %, a un pago de 15 años. Un Banco República que, obviamente, no financia aventuras: te estudia hasta el decanto y contaba con un informe de una calificadora de riesgo que decía que el riesgo de no pago era nulo o casi nulo. Eso habla de que el Gobierno de Canelones tiene credibilidad en el sistema financiero.
Lereté (PN): Nosotros estamos de acuerdo con los fideicomisos, estamos de acuerdo con el endeudamiento, pero para decisiones fundamentales del departamento. No me puedo endeudar hasta el año 2049 para comprar contenedores domiciliarios; eso lo tengo que hacer con mis propios recursos o, a lo sumo, con algún préstamo que pueda terminar en mi mandato, es decir, dentro de los cinco años. Eso ha sucedido con la Intendencia, en lugar de utilizar el mecanismo del fideicomiso para obras relevantes en materia vial o para lo vinculado a la obra portuaria que Canelones necesita. Si tú sacás un préstamo para comprar tu casa y tu auto, es justificable, porque tenés la expectativa de estar comprando tu casa para toda la vida o por un largo plazo. Ahora, si tenés que sacar préstamos permanentemente para comprar un lápiz o un insumo de alimentación, quiere decir que no hiciste bien las cosas, no tenés fluidez en la caja ni capacidad para manejar dinero. Lo que te entra por la caja se te va para pagar préstamos. Esa es una pésima administración, y por algo estas administraciones han sido muy malas. Lo que pasa es que hoy no se ve el efecto negativo de lo pésimo que administra la Intendencia. Se va a ver más adelante, cuando lamentablemente empiece a colapsar parte del sistema, porque ya no va a haber más préstamos que sacar, ya que va a estar gran parte de la recaudación prendada.