“Como todos los años hay mucha gente que viene a comprar un calmante para sus perros. Nosotros recomendamos el Acepet. Se administra según el peso del animal. En algunos casos es imprescindible porque sufren mucho e incluso se dan muchas pérdidas de perros y otros que se escapan y son atropellados”, explicó a revista Metropolitano, Cristina, veterinaria de la clínica ubicada en Uruguay entre Av. Giannattassio y Calle 65. La veterinaria indicó que los 10 comprimidos cuestan $ 250.
El Acepet es un tranquilizante que disminuye la respuesta a los estímulos ambientales. Produce un estado de quietud con disminución de la ansiedad, la excitación y la agresividad. Si bien disminuye la actividad motora espontánea a dosis pequeñas y medianas no induce al sueño por lo que no hay pérdida de la conciencia.
También hay otras recomendaciones sin recurrir a calmantes. Andrés Peirano de K-9, una asociación civil dirigida a brindar asistencia con perros ante problemáticas sociales ha dado una seria de recomendaciones que son;
1) Primero, no reprimir al perro. Si quiere esconderse en algún lado, hay que dejarlo, brindarle acceso al lugar en el que se siente cómodo y chequear que no haya nada que pueda dañarlo allí, en un momento de susto.
2) Bloquear el acceso a las ventanas, por la misma razón.
3) Tener bien identificado al perro (ante la eventualidad de que escape en un momento de miedo) para que pueda ser devuelto por quien lo encuentre.
4) No usar pirotecnia, obviamente, para no agregar ruidos a los ya existentes.
5) No atar al perro ni dejarlo solo.
6) No sedarlo con ninguna medicación, ni veterinaria ni humana.
7) No corregir al perro, en el sentido de que si orina en un lugar cerrado, por ejemplo, hay que entender que es consecuencia de un momento de estrés y no por mala conducta. Por ese día, se le debe permitir eso.
8) Trabajar durante el año con la tolerancia a los sonidos fuertes, para que el perro pase mejor cuando llegan estas épocas.